jueves, 15 de febrero de 2007

eL ToNTo QuE QuERíA uNa eStReLLa

Había una vez un chico ignorante, el cual disfrutaba de
felicidad. Un día iva paseando por el camino, el qual
creaba al dar un paso tras otro, y vio a otra persona
rebosante de felicidad. "¿Que te hace tan feliz?" preguntó
el chico, "No seas ignoarante muchacho" le contestó y se
apartó del chico dedicandole una mirada fría y de desprecio.
El chico se sintió confuso, sentía curiosidad sobre aquél
hecho, esa persona parecía muy feliz y muy recelosa de
algo que parecía ser la fuente de su felicidad.
Siguió recorriendo el camino cuando de pronto vió a
otra persona como la anterior (posiblemente antes se cruzó
con muchas personas felices por el extraño suceso, pero hasta que
la aguja de la curiosidad no le picó, no se había dado cuenta).
Esta vez quería averiguar que era aquello. A hurtadillas se
aproximó y espió a aquella persona que abrazaba algo brillante...
La persona se percató de que estaba siendo espiada por un chico
y le gritó "Oye chico, esta es mi estrella, búscate tu una".
El chico descubrió que la fuente de la felicidad era una
estrella, y así, solo tenia que atrapar una, sabía dónde estaban.
Llegada la noche, el cielo se bañó en un manto de estrellas.
El chico sabía que solo necesitaba una estrella, y estiró la mano
para cojer una, aunque fuera al azar. Cuando cerró el puño
se lo acercó a la cara y lo abrió,,, pero este estaba vacío, en él no
se hayaba la estrella que esperaba haber cojido. Alzó la vista al cielo
y la estrella seguía allí burlándose del pobre ingenuo que había
intentado cojerla. El chico se entristeció porque quería una estrella
pero no sabía conseguirla.
Pasaron los días y el chico había seguido caminando. Tropezaba y caía,
se hacía daño, pero no le importaba, porque su mente giraba
entorno a un pensamiento "¿como conseguir una estrella?".
Una tarde empezó a llover, y el chico seguía caminando, aun a riesgo
de costiparse y de ensuciarse, pero no le importaba porque solo
pensaba en una cosa. Al llegar la noche el cielo se despejó
y no pudo evitar fijarse en una estrella que brillaba más que el resto.
Tan distraído estaba, que no vio la piedra en el suelo y no pudo
evitar caerse y qedarse arrodillado mirando al suelo. Desalentado
empezó a llorar, y las lagrimas caían en el charco turbio.
Cuando no quedaban más lagrimas que derramar pudo abrir los ojos,
el charco se había calmado y reflejaba perfectamente el cielo, y en él
estaba la estrella que le había hecho tropezar. El chico pensó que
tenía la estrella al alcance de la mano, pero no quiso cojerla y se
contentó con sentarse al lado del charco para ver aquella preciosa
estrella. Por el día esperaba a que llegara la noche para seguir
contemplando aquella estrella en el charco. Pero pasados dos
días, el charco se secó por los rallos del sol. El chico lloró y lloró
porque no volvería a ver la estrella tan cerca, ya que en realidad
seguía en el cielo. Se quedó allí solo una noche más para contemplar
por última vez aquella preciosa estrella.
Al llegar la noche se llevó una inesperada sorpresa, la estrella no estaba.
La buscó por los alrededores desesperadamente. Sus esfuerzos dieron
resultado, la estrella se hayaba en el suelo. Pero a su lado había otra
persona y no tan solo eso, habían muchas más estrellas. El chico se
quedó paralizado, aunque lo peor fue ver como de entre todas las
estrellas que aquella persona podía cojer, fue a cojer la estrella
que el chico ansiaba.
quella persona se fue con su preciada estrella
seguida por algunas estrellas que se resignaban a ser ignoradas
mientras que el resto de estrellas volvían al firmamento.
El chico entonces comprendió que no podía elegir la estrella que quería
y que debía esperara que las estrellas bajaran del cielo para
poder alcanzarlas. Sin embargo han pasado muchos años y el chico
sigue esperando.
Espera con todo su corazón poder cojer la primera
estrella que consiguió quitarle el habla, pero la desesperanza se
había unido al chico mientras este seguía recorriendo el camino
que cada vez se complicaba más. Se había olvidado de cual era la forma
correcta de caminar y el camino se hacía cada vez más difícil.
Sabía que no conseguiria su estrella y quería conformarse con
poder tener solo una de las miles de estrellas que habitan la noche.
Pero el momento de poder alcanzar alguna nunca llegaba, y el chico
fue sorprendido al aparecer un precipicio delante de su camino.
La desesperanza lo animaba a que saltar y que acabara con el sufrimiento.
Y cuando porfín se decidió a dar un paso al vacío, una mano le cogió por el
brazo. "Oye chico, no merece la pena saltar. Sé lo que sientes porque
a mi me pasa lo mismo que a ti, si quieres podemos recorrer durante un
tiempo el mismo camino" y así se convirtieron en amigos.
Una noche una estrella cayó del cielo, y ambos intentaron cojerla, y pelearon
olvidando que eran amigos.
El chico perdió, y el que hasta haces unos minutos era su amigo desapareció
con la estrella.
El chico herido se sentó debajo de un árbol para así no poder ver las malditas
estrellas. Pero al llegar la noche, una brillante luz cegaba al chico, que por
curiosidad´salió de debajo del árbol para ver que proyectaba semejante
brillantez, y cual fue su sopresa al ver que la estrella que ansiaba se
encontraba de nuevo en el firmamento. Se alegró tanto que se quedó
contemplando la preciada estrella, sin darse cuenta que esta estaba
dañándole la vista, y cuando se quiso dar cuenta, el chico se había quedado
práctimante ciego, de manera que se escondió debajo del arbol.
Había experimentado toda la crueldad de las estrellas.
"¿porqué algunas personas son felices con estrellas?,¿si tantas
hay en el cielo, porqué yo no puedo tener una?"

Ahora intento olvidar aquella estrella que me hizo tanto daño, aunque
no puedo olvidarla, y tontamente espero que una estrella golpee mi
cabeza. Intentaré no tropezar más en mi camino y no volveré
a intentar saltar al vacío. Tan solo espero experimentar que se siente
al tener plenamente una estrella, ya que solo he podido disfrutar del
reflejo engañoso. Espero que alguien comprenda al chico que intentaba
cojer estrellas.

PD. Espero que hayáis entendido la metáfora a la que me refiero, otro día
seré más claro,,, buenas noches.

No hay comentarios: